Ayer saqué turno con el dentista u odontólogo (llamarlo de u otra forma supongo dependerá del autoestima del profesional). La fecha estimativa es para el 10 de agosto. Sí, dentro de un mes. Como buen judío ventajita traté de aprovechar el desconcierto generalizado por la del chancho y decidí no desperdiciar la chance de hacerme documentos, chapa y pintura en un santiamén. Pero no, ni la crisis global ni la gripe parecen haber afectado a los mecánicos de los dientes.
Aquí el enigma:
Como puede ser que habiendo hecho un appointment 624 horas antes y más de 357 clientes después, me deje clavado leyendo la Gente con Moria en la tapa y el nacimiento de su hija Sofía Gala y la Caras de Susana y Huber en la isla homónima de la revista aproximadamente 2 horas antes de verme 10 pequeños minutos?
Por qué me lo pregunto ahora? Por que tengo la certeza que va a pasar. Tropecé con decenas de irrespetuosos inevitables en mi vida. Cada vez toma más fuerza mi hipótesis acerca de la materia "dejar esperando a la gente como pelotudos sin nada que hacer" que cursan los "se me retrasó el primer paciente de la mañana" en la facultad.
Si quieren saber...el mío la promocionó.
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